Quién mejor que los propios alumnos para contarlo. Estos son algunos testimonios:

“La Terapia de Polaridad llegó a mi vida primero como paciente. Recibirla ha sido una de las mejores sensaciones que ha experimentado mi mente, mi cuerpo y mi Ser. Luego de bastantes años y de un gran proceso personal surgió la posibilidad de comenzar  la formación de lo que había experimentado por tanto tiempo, en un momento crucial de mi vida, en donde no dudé en hacerla, con todas sus consecuencias… Hacer la formación ha supuesto en mí un gran proceso de aprendizaje, aceptación, liberación y gratitud. Me ha hecho pasar por un intenso proceso personal de reconocimiento, valoración y reestructuración de mis formas, entre otras cosas. Dándome un montón de herramientas para trabajar en ello”. C.R.

“Como dijo una querida compañera de curso, para mí la Terapia de Polaridad también ha sido un “regalo de vida” además de lo que supone la formación en sí, un conjunto de principios, conocimientos, técnicas y prácticas muy interesante y realmente útil”. L.A.

“Para mí aprender Polaridad ha supuesto un cambio a la hora de entender cómo se expresa a nivel físico lo energético, y cómo podemos acompañar a las personas en sus procesos vitales. Encuentro que es prácticamente una filosofía de vida extrapolable a muchos ámbitos de nuestra cotidianeidad. Nos enseña a conocernos mejor y a estar más en armonía con el medio. Un recurso muy válido para bajar los altos niveles de estrés que vivimos en las sociedades del progreso y para buscar conexión con nuestra sabiduría interior”. R.P.