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El Sistema Nervioso es como una red de comunicaciones que maneja mensajes entre el cerebro y las diferentes partes del cuerpo a través de la médula espinal. El cerebro es como un ordenador central que está continuamente controlando y coordinando cada función del cuerpo, y la médula espinal es un tubo de tejido nervioso que se extiende, desde el cerebro, a través de la columna vertebral. Hay 15 billones de células nerviosas enviando y recibiendo mensajes, desde las vértebras, a través de la médula espinal.

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La columna vertebral protege la médula espinal y el tejido del Sistema Nervioso, y nos permite movernos sin poner en peligro los nervios. Cuando una vértebra pierde su motricidad o su posición normal, la columna no se mueve con libertad, y esto puede afectar al Sistema Nervioso, dificulta el funcionamiento correcto de los nervios y su conexión con los órganos del cuerpo, y puede interferir con la comunicación entre cuerpo y cerebro.

 

Una alteración nerviosa puede producir:

-En cervicales: dolores de cabeza, migrañas, sinusitis, alergia al polen, eccema, pérdida de oído, amigdalitis, tos crónica, hormigueos en brazos y manos…

-En dorsales: asma, problemas de corazón, bronquitis, gripe, enfermedades de hígado o vesícula, problemas de presión arterial, gastritis, indigestión, problemas con riñones, cansancio crónico…

-En lumbares: problemas menstruales y circulatorios, problemas de rodilla, ciática, dolores de espalda, tobillos hinchados, debilidad en las piernas y calambres…

 

Menos del 10% del Sistema Nervioso percibe el dolor; una vértebra puede degenerarse en solo dos semanas, pero a menudo, cuando aparece el dolor, la interferencia nerviosa puede haber estado presente durante meses o incluso años. De ahí que convivamos con "pequeñas dolencias o disfunciones" que nos parecen "normales" cuando no deberían serlo.

Podemos distinguir tres causas básicas que pueden provocar un problema vertebral:

·Mecánicas: caídas, malas posturas,  ejercicio físico mal realizado, trabajo con ordenadores, accidentes, embarazos complicados o partos difíciles, movimientos repetitivos, sedentarismo…

·Químicas: tabaco, alcohol, deshidratación, polución, dieta desequilibrada…

·Emocionales: estrés y ciertos estados mentales (enfado, pena, resentimiento...) producen sustancias químicas tóxicas que se depositan en el cuerpo, irritan los músculos y los tensan.

 Y desde hace pocos años aparece una cuarta causa:

·Electromagnéticas: antenas de teléfono móvil o wifi, microondas, líneas de alta tensión…

 

Además, con la edad todo el mundo suele perder movilidad a nivel vertebral.

Por eso es importante localizar y corregir las interferencias nerviosas en la columna, para permitir la correcta comunicación entre el cerebro y el cuerpo, y que el Sistema Nervioso pueda funcionar a su nivel óptimo.

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